domingo, 15 de febrero de 2015

Falciani: la punta del iceberg

Faljoritmo

Jorge Faljo

El 18 de marzo del 2008 Hervé Falciani envió mensajes por internet a las autoridades y servicios secretos de Alemania, Inglaterra y Francia ofreciéndoles una lista de evasores fiscales.

Falciani, un ingeniero en sistemas franco – italiano, había sido contratado en el 2006 para mejorar la estructura informática de una sucursal del banco HSBC en Ginebra, Suiza. Advirtió a sus jefes y a las autoridades suizas que era un mecanismo propicio a la evasión fiscal. No le hicieron caso. Fue hasta el 2008 que entró en contacto con la administración fiscal de Francia y al fin del año les entregó la lista.

Alertadas las autoridades suizas le reclamaron a Francia, en enero del 2009, el arresto y la extradición de Falciani. No lo consiguieron aunque Falciani tampoco conseguía llamar la atención. Es hasta junio de ese año que un procurador de justicia ordenó hacer una investigación preliminar por lavado de dinero y remite, ahora formalmente, la lista a la administración fiscal del país. Un mes después el ministro del presupuesto declara que existen tres mil posibles evasores fiscales franceses con cuenta en Suiza.

Por un tiempo Francia le asigna a Falciani una falsa identidad y este solo sale a la calle disfrazado. En 2012, los servicios de inteligencia norteamericanos le advierten que su vida corre peligro. Siguiendo su consejo huye a España donde se entrega a la justicia para responder a las acusaciones provenientes de Suiza. Se le acusa de violar el secreto bancario, robar datos industriales, intentar vender la lista y de alterarla con datos falsos.

Sin embargo la justicia española decide que el secreto comercial no debe usarse para ocultar delitos, que no había pruebas de que intentó vender la lista y, en contra, era evidente que había intentado entregarla varias veces sin pedir nada a cambio. Para entonces el gobierno francés había verificado los datos correspondientes a sus ciudadanos y declaró que eran exactos.

A fines del 2012, después de cinco meses de cárcel Falciani fue liberado. Desde entonces vive oculto y separado de su esposa e hija por razones de seguridad. Sigue perseguido por la justicia suiza y tal vez por varios de los muy poderosos a los que denunció.

Falciani entregó el listado también al periódico Le Monde. Y aquí la historia se bifurca en dos caminos; el de las instituciones y el de la investigación periodística.

Francia ha investigado a la fecha a los dueños de 2,304 cuentas, las de más de un millón de euros. En su mayoría han aceptado regularizar su situación y han pagado en conjunto más de 300 millones de euros de manera “voluntaria”.

La administración fiscal de España promovió también una regularización fiscal y recuperó 260 millones de euros. Solo que hace apenas unos días esto se convirtió en escándalo y las autoridades fiscales que concedieron esta amnistía, en lugar de llevar a varias docenas de grande evasores a la cárcel, han sido indiciadas. Es posible que sean las autoridades fiscales las que terminen tras las rejas.

En Estados Unidos crece la presión para que no se repita lo ocurrido en 2009. En aquel año el HSBC pago una multa de mil 900 millones de dólares por el lavado de dinero proveniente del narcotráfico. Esta vez, debido a que el mismo banco alentó la evasión fiscal, muchos piden que algunos de sus funcionarios vayan a la cárcel.

Bélgica está investigando varios miles de cuentas y calcula que puede recuperar 360 millones de euros en impuestos. Le ha solicitado información a Suiza pero este país la niega. El conflicto sube de tono y el gobierno belga amenaza con expedir órdenes de arresto para los dirigentes actuales y anteriores del banco y de la sucursal.

No obstante lo anterior, fue la investigación periodística independiente encabezada por Le Monde la que acaba de poner el dedo en la llaga. Ese periódico convocó el 14 de septiembre del 2014 a los medios de comunicación más prestigiados del mundo a una reunión secreta donde les repartió copias de la lista. Se integró un equipo de 154 periodistas de 47 países que acordaron trabajar la información de manera discreta y concertada. Sus revelaciones son impactantes.

Entre el 9 de noviembre del 2006 y el 31 de marzo del 2007 (menos de cinco meses) estaban vigentes unas 130 mil cuentas bancarias en una sucursal del Banco HSBC en Suiza. Unas 106 mil eran cuentas personales y el resto de sociedades anónimas y en ellas transitaron, según las autoridades francesas, más de 200 mil millones de dólares.

Las cuentas pertenecen a ricos de todo el planeta. Muchos son gente conocida: políticos, un rey incluido, empresarios, estrellas del cine y del deporte, doctores y abogados de renombre; también hay traficantes de armas y drogas, criminales, patrocinadores de organizaciones terroristas y más. Sin embargo la mayoría están a nombre de gentes anónimas que se declaran empleados, amas de casa, estudiantes y también hay niños. Los investigadores concluyen que en la lista hay constelaciones de prestanombres en torno a los verdaderos magnates.

Falta mucho por descubrir pero de momento todo indica que la lista no es sino la punta de un iceberg gigantesco. Los datos de otros bancos, otras sucursales, otros periodos de tiempo podrían multiplicar lo que ya se sabe. Pero esto nunca lo sabremos.

La OCDE propone transparentar estos flujos de capital y los representantes de varios países dicen también desearlo. Pero no será fácil. Suiza se opone rotundamente; a los paraísos fiscales tampoco les conviene. Y el hecho es que sin decirlo abiertamente un sistema financiero internacional realmente transparente no conviene a los poderosos del planeta ni a sus gobiernos.

Los verdaderamente ricos logran ocultar sus fortunas; en muchos casos mal habidas. Las guardan en forma de riqueza que no genera producción, ni empleo y para colmo se rehúsan a pagar impuestos. Impuestos bajos, proporcionalmente menores a los que pagan sus secretarias, sus asistentes, usted y yo.

2 comentarios:

  1. Muy agradable su artículo Sr. Faljo, como siempre ilustrativo. Aquí en nuestro país, empezamos a tener luces sobre esto de los pagos de impuestos de ilustres personajes de la política. En el periódico Milenio del día de hoy, salió una nota bastante interesante de Carlos Puig, donde textualmente habla de lo siguiente "el IMCO y Transparencia Mexicana lanzaron su programa 3 de 3. Tras la acumulación de escándalos de conflicto de interesés, corrupción e impunidad, pensé que la iniciativa tendría éxito. El asunto era muy sencillo: con base a las mejores prácticas internacionales se dieron a conocer tres formatos: una declaración patrimonial, una declaración de interesés y las últimas declaraciones de impuestos. Éstas declaraciones había que hacerlas públicas. Se convocó a a dos grupos: a quienes quieren ser candidatos y a los legisladores; un grupo que nunca ha tenido que presentar sus declaraciones a nadie.... y esto debiéndose publicar en la pagina www.legisladortransparente.mx El resultado de esto es que de los 628 legisladores únicamente lo han hecho el 0.79%, o sea 5 senadores y diputados, argumentando el resto de ellos, de no hacerlos por cuestiones de seguridad (cómo si no trajerán ya demasiados guaruras), o que si la privacidad (como si la política no fuera asunto público). Es curioso, una iniciativa que nació con la intención de dar transparencia y credibilidad a nuestros políticos podría terminar siendo la herramienta que revela que no hay manera. Que no tienen remedio. Que la política es sobre todo un buen negocio para los que hacen y por lo tanto viven avergonzados de la parte del erario con la que se quedan". Aunado a la misma protección y libertad que se les ha dado a los bancos, de quienes pueden hablar de muchas cosas, amparados bajo una legislación deficiente la cual le impide actuar en contra de los malosos (cómo algún presidente mexicano lo denomino así). Y para colmo. con los buenos ejemplos de conflicots de interesés encabezados por Enrique Peña que sigue siendo nuestro presidente, o el caso de Videgaray como seguir ostentando el cargo de Secretario de Hacienda; o el de Ebrard, acusado de malos manejos en su administración pero postulándose a querer ser diputado, o igualmente de un Bejarano con toda la película de ser un pillo y pretender llegar a contarse una diputación, etcétera, etcétera. Así es Sr. Faljo, en esas circunstancias hay que agregar de una grave falta de moral y un alto grado de cinismo que ocurre en todos niveles, son pocos los que pasan estas pruebas ¿no lo cree así?

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    1. Mi artículo señala lo inoperativo de los controles fiscales en el planeta. Sin excluir a México; sus señalamientos aluden a la corrupción dentro del sector público. No me cabe duda de que ambos son lados de la misma moneda. Un cordial saludo.

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