El coctel explosivo
que, si detona, afectará a México
Jorge Faljo
El 27 de agosto,
el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico dio un importante discurso ante la cúpula empresarial y política del
país que, en mi opinión, no recibió suficiente atención. Es un puesto de
primera línea internacional en la organización que agrupa a los 34 países más
ricos e industrializados el planeta. Lo ocupa José Ángel Gurría, mexicano, recordado
por su papel central, como Secretario de Hacienda, en la instrumentación del
Fobaproa, el eje del salvamento a los banqueros. El hecho es que con sus impecables
credenciales neoliberales, del más alto nivel mundial, dio un discurso
memorable; es decir, digno de ser bien comprendido ahora y tal vez de ser
recordado más adelante.
Destaco y cito los
cuatro elementos fundamentales de su discurso.
1) Europa enfrenta un coctel explosivo, de bajo o
nulo crecimiento, alto desempleo, desigualdad de ingresos y sistemas bancarios
frágiles que, de detonarse afectará a México.
2) Estados Unidos aún no vislumbra una salida al
precipicio fiscal para 2013 que, de no resolverse pondría a su economía en
recesión en 2013. También con impactos importantes para México.
3) Se han visto estallidos sociales en diversas
partes del mundo derivados de la crisis económica. Como la conocida primavera árabe,
Plaza Tahir, la Plaza del Sol, los indignados, Occupy Wall Street, Toronto,
Roma, Tel Aviv, entre otros; además de que en 18 de los 34 países que integran
la OCDE y que han tenido elecciones, casi en todos hubo alternancia del poder
producto de la crisis.
4) Si no se implementan reformas en Europa, o si no
se trabaja en la construcción de una unión bancaria que tenga fuerte regulación
y supervisión y de no resolverse los problemas en Estados Unidos, se produciría
otra crisis que afectaría a todos, incluso a México. Por ello, dijo que el
crecimiento de nuestro país debe basarse en el desarrollo interno, ya que la
gran apertura de la economía mexicana la hace vulnerable a los impactos
externos.
Después de transcribir
lo anterior; casi no me lo creo. Es Gurría y no la izquierda delirante la que hace
este discurso catastrofista. El puede decirle a las elites, a un público
seleccionado, lo que es inaceptable que un izquierdoso le dijera a la opinión
pública. Lamentablemente está en lo correcto. Su mensaje es una dura advertencia
que conviene releer con cuidado (El Financiero y otros periódicos del 28 de
agosto). Permítame el lector mis comentarios siguiendo el orden de esos puntos.
Europa se
empobrece; se le aprieta el cinturón a la población para pagar las deudas de sus
gobiernos. Lo que difícilmente alcanza para cubrir deudas y tasas de interés
pero si es suficiente para disminuir el consumo, cerrar empresas, despedir
gentes y entrar en recesión.
De momento los
ojos se encuentran puestos en España que la necesidad de refinanciar miles de
millones de euros para el próximo mes de octubre y no está claro si recibirá el
crédito privado necesario. En este momento los inversionistas le imponen una
tasa de interés de 6.79 por ciento anual. Mientras que, en los extremos Alemania
paga el 1.24 y Grecia el 25.82 por ciento (es decir, imposible). Si la tasa
española sube, aunque consiga los créditos, todos se asustarán pensando que en
el mediano plazo su deuda se vuelve impagable.
Para obtener
préstamos intergubernamentales o del Banco Central Europeo, con una tasa
razonable, España tendría que someterse a más duras condiciones que empeorarían
el desempleo, la baja del consumo y el empobrecimiento general. Cerca del 50
por ciento de los menores de 30 años no encuentran trabajo y el desempleo
general es del 24.8 por ciento. Y la situación social está a punto de
ebullición. El país puede verse obligado a decidir si sigue el terrible camino
de Grecia u opta por medidas radicales que la sacarían de la unión monetaria.
Estados Unidos se
encuentra en una encrucijada similar al tener que decidir si se van a
incrementar los impuestos a los muy ricos (la posición de Obama) o se recorta
el gasto público para equilibrar las finanzas.
Gurría nos recuerda
que la situación internacional es grave y que México, por su apertura económica
(de la que tanto se ha presumido) es muy vulnerable a los impactos externos.
La situación no
será fácil para el próximo gobierno. El alza del huevo, del maíz y la harina son
precursores de mayores presiones inflacionarias que ya no pueden, ya no deben,
ser contenidas mediante la represión salarial y del consumo mayoritario. Es
urgente, por lo contrario, instrumentar un gran impulso a la reactivación de la
pequeña y mediana producción rural y urbana, sobre todo a la
reindustrialización nacional substituyendo, por ejemplo, importaciones chinas.
El nuevo gobierno
llega con una importante necesidad de legitimación, así como con enormes
desafíos de consumo, empleo y producción. Cuando Gurría dice que el crecimiento
de nuestro país debe basarse en el desarrollo interno plantea un cambio muy
importante de estrategia económica. Ojalá y así lo entiendan nuestras elites y
sobre todo los nuevos gobernantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario