martes, 3 de septiembre de 2013

Es de sabios cambiar de opinión

Jorge Faljo

El Secretario de Hacienda, Luis Videgaray acaba de declarar que venimos de años de crecimiento francamente mediocre y las cifras de este 2013 son altamente insatisfactorias. Pues sí, este primer año de gobierno fue un fracaso. Así, sin atenuantes. Ya no repitió alguna de las viejas cantinelas de que aunque la producción, el empleo y el bienestar van mal, las finanzas se muestran estables, las ganancias en la bolsa son buenas, hay confianza en X, Y o W y el país se encuentra en paz.

Videgaray no mencionó atenuantes porque todos parecen agotados: las finanzas, la estabilidad del peso y la bolsa de valores, traquetean; no hay salidas a la vista y el país parece al borde de la recesión, la conmoción social e incluso la violencia institucional en substitución de la negociación cívica.

Se agotó el argumento del vaso medio lleno. El desempleo, subempleo y empleos sin prestaciones ni dignidad; la reducción del salario real; el cierre de empresas; la venta del patrimonio nacional y el abandono de las responsabilidades del estado; y la expansión del crimen lo llenan todo.

Por su lado Carstens, gobernador del Banco de México dijo que es muy poco probable que la situación económica internacional mejore al grado de impulsar a la economía mexicana a un crecimiento suficiente para reducir la tasa de desempleo, mejorar remuneraciones y abatir la pobreza. Así que de afuera no vendrá la solución.

En el mismo foro en que hablaron los dos anteriores se encontraba el expresidente de Colombia, César Gaviria, que queriendo o no se aventó una excelente reflexión al decir que “si hay alguna cosa compleja de entender en la economía mundial es por qué México no ha crecido más con las reformas de los ochenta, con la vecindad de Estados Unidos y su Tratado de Libre Comercio”.

Exacto señor Gaviria; después de imponernos la transformación neoliberal y la apertura comercial bajo la promesa de crecimiento acelerado, el resultado fue un fracaso. Lo dijo Videgaray al hablar de tres décadas de crecimiento mediocre y caída de la productividad al 0.7 por ciento anual (sus cálculos).

Sin embargo estamos a tiempo de corregir el rumbo antes de que el rumbo sea el que nos vapulee a nosotros. Es de sabios cambiar de opinión y ciertamente no se requieren conocimientos esotéricos para saber que hay opciones. Se puede aprender de los demás todos los días.

Por ejemplo. La semana pasada una delegación de alto nivel del gobierno argentino vino a resolver lo que para ellos es un problema inaceptable: un déficit comercial de mil millones de dólares con México. Argentina sigue una política de intercambio exterior equilibrado. No es mera palabrería; su búsqueda de soluciones bilaterales es respaldada con decisiones soberanas que pueden incluir firmar y romper tratados comerciales; poner y quitar aranceles; aceptar o no importaciones excesivas.

En nuestra propia perspectiva tan solo resolver el déficit comercial de 51 mil millones de dólares que tenemos con China se traduciría en una importante reactivación manufacturera y la creación de millones de empleos. Con un buen dialogo que explique la situación a nuestros socios del TLC y mano firme con los orientales encontraríamos una buena veta de crecimiento de la producción y el mercado interno.

De Europa nos llegan claras señales de que el exceso de austeridad los sumió en la recesión y ahora su aligeramiento les empieza a permitir un poco de respiro. En los hechos el rezago del gasto público en este año fue una especie de austeridad de graves resultados. Hay que evitarla; hay que aligerar el gasto público y hacer funcionar el estado de manera contraciclica como promotor de la demanda y la producción.

De Estados Unidos y Japón podemos aprender que una política monetaria expansiva (creación de moneda por el Banco Central) puede ser la mejor manera de comprar la deuda pública (el Fobaproa y anexas) y dinamizar el gasto público sin endeudarse. Solo que hay que procurar que esa expansión de la demanda se quede dentro del país y dinamice nuestra producción y empleo y no las de otros países.

De numerosos países, incluyendo a Estados Unidos, Francia, Japón, Turquía y más podríamos aprender la conveniencia de tasas de interés muy bajas, incluso negativas (por debajo de la tasa de inflación) como mecanismos de desendeudamiento generalizado y de impulso a la inversión productiva (a diferencia de la financiera). Un poco más de inflación, a la manera de una copa de vino al día, nos vendría muy bien. Solo habrá que cuidar de que no se rezaguen los ingresos reales de la población y de remendar o ampliar las redes de seguridad social.

Es hora de cambiar de estrategia económica hacia un modelo de intercambio equilibrado, centrado en incentivos a la producción y el empleo, basado en el fortalecimiento del mercado interno y cuyo eje sea la demanda mayoritaria.

1 comentario:

  1. Interesante pensar que cada vez hay menos argumentos para mantener las cosas como están, que es hora de un cambio de estrategia económica......... pero mas de estrategia política. Te diré porqué:

    Cesar Gaviria quizá no esté errado en su planteamiento, lo que no consideró es que los mexicanos vivimos con una serie de distorsionadores del entorno.

    Hace mucho somos víctimas del pago desmedido de la "Renta" en Telecomunicaciones, Servicios financieros, Servicios del "Estado", Bienes e insumos ofrecidos por Oligopolios y todo esto aderezado con una profunda cultura de tolerancia a la corrupción.

    Claro que la respuesta a nuestros problemas nunca ha estado mirando hacia afuera, incluso luce atractivo el modelo de "Intercambio equilibrado" analizando a detalle aquello que puede ser sustituido con eficiencia o buscando como vender mas (ideal) a países como los Chinos, Aunque si los "Gringos" la aplicaran igual nos iría muy mal por mucho tiempo.

    En el tiempo del presidente Echeverría se cerró la frontera y se aplicó el "Programa de sustitución de importaciones", Los resultados fueron malos, .....Empresarios y empresas ineficientes, productos caros y de mala calidad, especulación e insuficiencia en insumos y básicos.

    En ese tiempo la industrialización era generadora de muchos empleos (no tan dignos ni tan bien pagados) pero la inflación y la mala calidad de lo ofertado mermaron mas el gasto familiar que el beneficio de tener mas integrantes empleados.

    Hoy la Industria de Manufactura requiere y requerirá cada vez menos empleados y con características diferentes a los que hoy no tienen empleo. Las fábricas intensivas en mano de obra serán historia o atenderán mercados cerrados con salarios "indignos".

    Además, nuestra cultura del "máximo rendimiento con el menor esfuerzo" en medio de condiciones de impunidad, provoca especulación desmedida de vez en vez,............ solo que el acceso inmediato a la información y la protesta social ahora obligan al gobierno a reaccionar y corregir abriendo cuotas de importación adicionales (o sea estamos abiertos pero no tanto), casos recientes son el huevo y el tomate verde, este último de un precio por kilo al mayoreo de 24 pesos (sin explicación de mercado) cayó a 2 pesos en cuanto se anunció la apertura (ni siquiera había llegado el primer contenedor)

    Lineas atrás hice mención de la inflación y con esto te quiero decir que en contra de cualquier definición EU es el único país del mundo que puede emitir moneda "sin respaldo" y no sufrir incremento drástico de precios en su economía pues los demás países compran su moneda para "protegerse", el Euro en menor medida y el Yen (que si se ha devaluado para emitir) pueden estimular.
    El peso no es divisa de respaldo y una inyección generosa solo provocaría mas dinero circulante con la misma oferta de bienes, incremento de precios al consumidor pero con un gobierno menos endeudado..........y el beneficio para nosotros?

    La solución está aquí, haciendo un cambio de rumbo en lo elemental. Haciendo que las normas y leyes vigentes se respeten, promoviendo la eliminación de privilegios fiscales y de mercado, obligando un trato drástico a "los corruptos" y aplicando verdaderos filtros de selección de los servidores públicos haciendo que estos sean los mínimos necesarios a fin de disminuir el gasto corriente del estado (al menos 200,000 empleados de medio y alto nivel no hacen algo o hacen mal).

    Por eso pienso que mas que económica, la solución es de valores, de cultura, de voluntad política para hacer lo que hoy se puede pero hacerlo bien..............las reformas económicas son menores pero necesarias para incrementar las facilidades en un mercado global y abierto que creo no podrá ser de otra forma.

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